Por Ricardo Hernández Esparza
Con la gira llamada “Baladas para una despedida”, el cantautor español José Luis Perales se presentó en Puebla ante un impresionante lleno registrado en el Auditorio del Complejo Cultural Universitario de la BUAP.
Y es que no fue una presentación más, sino la del adiós a sus presentaciones personales, cuando menos por un tiempo, ya que después de esta gira regresará a su terruño para componer más temas de amor y grabar discos hasta que tome otras determinaciones, tal y como lo anunció en el transcurso del concierto celebrado en esta ciudad de Puebla.
Visiblemente emocionado ante la respuesta de sus seguidores, José Luis Perales apareció en el escenario para interpretar “Libertad”, continuando con “Me llamas” y “Sí”, después de lo cual saludó al público que de inmediato respondió cariñosamente a sus palabras.
Vendría “Canción de otoño” y “Celos de mi guitarra”, así como “Quisiera decir tu nombre”, haciendo una breve pausa para dar pie a “Doña Asunción”, y luego provocar a las parejas ahí reunidas rodear con sus brazos al ser amado para cantarle al oído “El amor”.
Y no obstante haber tocado las fibras más sensibles del público asistente con ese tema que es un himno al amor, el encanto se rompió cuando el Maestro interpretó “Y tú te vas”, continuando con los temas que otros hicieran éxitos como “¿Por qué te vas?” que cantara Janett y que conociera el mundo al ser el tema principal de la película “Cría cuervos”, seguida de la genial interpretación de una canción que nos recordó inmediatamente a Miguel Bosé, “Creo en ti”.
Después de esa interpretación, el rostro de Perales tomó tintes de nostalgia al relatar la historia de un matrimonio de la tercera edad que concluyó al perder la vida el esposo, dejando en una tristeza profunda a su mujer, hecho que inspiró a José Luis a escribir “Le llamaban loca”.
Vendría entonces un tema que lanzara al éxito Raphael, “Frente al espejo”, que retrata la crudeza de quien se para frente a su imagen y alaba y reprocha el ser que fue y es, sin olvidar que el ser real no ha perdido su capacidad de amar.
“Melodía perdida” también fue cantada por el español, así como “Amada mía” y “Gente maravillosa”, al igual que otro de los temas románticos que no han perdido vigencia, “Ella y él”, antes de volver a recordar otro de los episodios de su vida, justamente cuando acudió a un lugar donde encontró cientos de niños a los que les escribió “Que canten los niños”, dando paso al momento de decir adiós con el tema “Canción de despedida”, tras lo que desapareció del escenario por unos minutos mientras la gente, extasiada y de pie, con el clásico: “Otra, otra, otraaaaa…” lo hizo regresar acompañado de su extraordinaria orquesta, para cantar otra de las melodías que hiciera inolvidables, “Dime”, sin olvidar aquella que miles de padres han cantado a sus hijas cuando estas últimas inician un noviazgo, una canción que, de origen, tuviera otra historia, pero que terminara convirtiéndose en un tema del papá a la hija: “Y cómo es él”, para rematar su actuación con la romántica “Te quiero”, después de la cual el cantautor salió para no volver…
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